Escribo sólo para recordar lo maravilloso que es sentir el amor a la naturaleza...
enmedio de los árboles, sintiendo los primeros rayos del sol que se cuelan por las hojitas y ramas de los jóvenes y tupidos árboles, escuchando su bello canto y susurro, disfrutando del aire tan limpio y fresco... percibiendo las bellas flores silvestres, así como las aves, unas que cantan, otras comiendo frutos maduros... y de repente, una bella mariposita blanca que vuela cerca de los pies,
en ese bello y mágico lugar en la cima de una colina que mira hacia el mar...
y finalmente, ver a los caballos andar...
Gracias Dios por esos momentos...
que son regalos para el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario