El amor de mi padre...

Hoy mi papá está en el hospital. Confío en que mañana tendré noticias que permitan confirmar que se recuperará pronto.

En esta etapa de mi vida, en la que mi amor por todo ha crecido, y en la que he vuelto a disfrutar de la unión familiar con mis padres y hermana, he tenido la dicha de estar más unida a mi papá, y de tener bellas conversaciones con él. He vuelto a "escuchar profundamente" sus palabras, su mensaje.

Cerca de la navidad pasada, en un día en el que él estaba muy entusiasmado, me compartió con mucho sentimiento, y casi lágrimas en los ojos, la siguiente historia (que hace unos días le pedí me escribiera para compartirla en este blog, sin saber que hoy estas palabras nos animarían a él y a mí.):

"Salió la fe a recorrer el mundo y se extravió.
Entonces, la esperanza y el amor salieron a buscarla.
La encontraron y la trajeron de vuelta.

Luego salió la esperanza a recorrer el mundo; se extravió,
y la fe y el amor salieron a buscarla.
La encontraron y la trajeron de vuelta.

Finalmente salió el amor a recorrer el mundo;
se extravió, y la fe y la esperanza salieron a buscarlo;
y no lo encontraron.
Y también se extraviaron.

Porque cuando se pierde el amor,
se pierde todo.
Cuando se pierde el amor,
ya no queda nada."


No sé tú, pero a mí esta historia me ha hecho pensar mucho...

Mi papá me dijo que le gustó tanto que se la aprendió. La leyó en Catón, en el periódico Yucatán. Desconozco la fecha. Trataré de encontrar la referencia.


Mi papá ha pasado por tiempos muy difíciles durante ya varios años. Y el único sentido de esta situación ha sido justamente el desarrollo de su fe, su esperanza y su amor. Mi padre es un ejemplo para mí de estas tres. Pero lo que más puedo sentir de él hacia mí, hacia toda mi familia, y hacia sus pacientes, es justamente el amor. Y lo que él ha querido enseñarme es que lo más importante que yo tengo que hacer en esta vida es amar...

Estoy de acuerdo con él... yo quiero mantenerme en el amor. Quiero que el amor en mí crezca. Quiero que sea mi motivo en todo mi actuar. Quiero seguir vibrando en el amor. Así será.

Gracias papá por tanto amor. Gracias por recordarme esa forma de seguir por mi camino. Que Dios sane todo lo que necesita ser sanado en ti, para tu bienestar. Como tú también me compartiste, de tus frases favoritas:

"Nunca una noche ha vencido al amanecer.
Y nunca un problema ha vencido a la esperanza"
-Burn Williams, Selecciones, Junio 1997.


Con amor para ti papá.

B.